Principios


Primavera.
La estación de los nuevos comienzos.
Florecen los cerezos y el aire fresco se cuela por las ventanas.
Las ideas brotan. Es momento de estrenar algo nuevo.

Este es mi primer blog. Un diario sobre cómo vivir mejor.
Sobre simplificar para enfocarnos en lo esencial.
Sobre bajar el ritmo y conectar con lo que importa.
Un espacio de inspiración que nos ayuda a sentirnos bien con lo que ya tenemos.

Hace cuatro años llegué a Nueva York desde España con una hija de un año, una maleta, un inglés bastante flojo y ninguna certeza sobre mi futuro.
Solo tenía algo muy claro: mi hija era mi prioridad.

Era el comienzo de un otoño muy frío.
Cambiamos el buen clima por el hielo, la vida tranquila por el vértigo de la Gran Manzana.
Todo era nuevo y emocionante. Redescubrir la ciudad a través de los ojos de una niña.

Pero pronto dejé de sentirme turista.
Y desde dentro, la ciudad me mostró otra cara:
un consumo desbordado, una cantidad de residuos descomunal, una cultura de lo inmediato.
Educar a una niña en este entorno sería más difícil de lo que pensaba.

Fue entonces cuando me volví más consciente:
de lo que tenemos, de cómo vivimos, de en qué se nos va el tiempo.
Y empecé a construir, desde lo cotidiano, una vida más simple.
Un hogar tranquilo como refugio del ruido.

Algo maravilloso de esta ciudad es lo fácil que es conocer gente.
Pronto empezamos a hacer amigos, organizar juegos, abrir las puertas de casa.
Y ahí, justo al cruzar el umbral, venía siempre la misma pregunta:
¿Dónde están vuestras cosas?

Nos reíamos. No había cosas.
Solo espacio, calma, y una manera distinta de habitar.

No tengo experiencia en blogs.
Pero sí en vivir con sencillez.
Y en acompañar a otros a hacerlo también.

Por eso nace este rincón.
Un espacio virtual donde encontrarnos entre personas que compartimos esta forma de mirar.
Para intercambiar ideas, inspirarnos, y caminar más ligeros.

Bienvenidos a este viaje.
Gracias por estar aquí.

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